jueves, 30 de septiembre de 2010

Come back

Soñamos, corremos, saltamos ... nos sentimos dueños del mundo por una vez en la vida. Luego despertamos de golpe, como si nos hubieran echado un balde de agua fría. Sin embargo, y no creo que me pase sólo a mí, ese bichito llamado esperanza se niega a abandonar mi cabeza.
A veces aplastaría a ese bicho con mucho gusto, pero no, sin él ésto no tendría sentido, y si ésto pierde el sentido ... ¿Para qué?


Déjenme, ya enloquecí.