Tengo miedo, sí ... pero no sé de qué exactamente, que más da: ¡Me arrojo a un nuevo día de vida!
Sólo un gusto amargo me quedará cuando vea las luces en el cielo: No poder besar tu boca y gritar que te amo en medio de los abrazos y las champañas que se descorchan. Pero bueno, ya habrán nuevos años que celebrar a tu lado.