miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuento sin hadas ...

Una princesa sin corona y sin castillo.
Un príncipe de cualquier color menos azul.
Un reino de cemento y gente corriendo.


Entre los edificios ambos se miraron, se hablaron, se conocieron. No había pócimas mágicas, pero sus palabras lograron envolverla y hacerla suspirar.

Un beso que rompiera el hechizo y un vivieron felices para siempre, al menos éso quería ella.

Pero era sólo ella ... bueno, deben saber cómo sigue la historia.

Y colorín colorado, este cuento aún no a acabado.


¿O sí?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las historias se terminan cuando se les pone fin, Historias inconclusas solo son cosas en pausa,deja a las palabras correr de tu mente a tu mano y de tu mano al papel, escribes bien... adiós