Suspiro ...Suspiro ...Suspiro ...
martes, 22 de febrero de 2011
Siesta de media tarde
Pongo mi cabeza en la almohada sólo para imaginarte. Es tonto, ya lo sé, pero ¿qué quieres que le haga?. Es reconfortante sentir el calor de tu piel rodeándome, las caricias en mi cabello y tu respiración muy cerca de la mía. Es agradable sentir que estás aquí conmigo, lástima que sean sueños solamente ...
¿Y qué es de ti? ¿sueñas conmigo también?. No respondas si no quieres, pero dime esas cosas románticas que tanto me gusta oír.
No dejes a esta niña enamorada con la ilusión de una siesta de media tarde, dale un beso en la mejilla y hazla sonreír.
lunes, 14 de febrero de 2011
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Los días pasan y tú también te vas apagando, no tienes porqué negarlo. La vida no ha sido fácil y todo pasa la cuenta en un momento dado.
Sí, ya no soy la pequeña casi perfecta de algunos años atrás: Me volví más floja, empecé a guiarme por los sentimientos, tomé decisiones que quizás no eran las correctas, preferí la vocación antes del dinero ... un sinfín de cosas que hacen que cada día se haga una lucha por separado.
Sé que el mundo a través de tus ojos es gris, no te culpo, yo igual dejé de lado el rosado.
A veces en serio no sé porqué estoy en tu vida, todo hubiera sido más sencillo ¡Imagínate! ahora estarías pasando un catorce de febrero con el que fue el amor de tu vida, y no haciendo el almuerzo para tres.
viernes, 11 de febrero de 2011
miércoles, 9 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
Encuentro y despedida
Vuela alto, alcanza las nubes ¿Puedes traerme un pedacito de ésa?. Será mi recuerdo, la guardaré como un tesoro ... luego puedes seguir más alto; aún más alto.
¡No te detengas! llega a las estrellas, encuentra tu hogar mi pequeño ser de otro mundo.
Quiero verte sonreír.
Mientras, le sonrío al cielo, para que sepas que estoy feliz mientras tú estés bien, y lanzo un beso al aire, esperando que llegue hasta donde tú estás.
domingo, 6 de febrero de 2011
jueves, 3 de febrero de 2011
Hoy en la mañana me miré al espejo. Los ojos somnolientos, la boca seca y el pelo un poco enredado después de una noche de poco dormir y mucho pensar. No sabía que sentir al verme tan... ¿natural? (bueno, no soy de las que se arreglan mucho para salir).
Muchos reproches se me vinieron a la mente: No vales la pena, deja de ser así, para de complicar al mundo. Vi las lágrimas asomarse, y entonces, ocurrió.
Sonreí.
Sé que tengo una millonada de defectos ¿Y qué? tú también los tienes. Hice todo lo que estuvo a mi alcance, ahora me voy con la consciencia tranquila y un poco de melancolía, a quererme tal cual soy y seguir sonriendo.
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